Orígenes
La zona del Alto Paraná y el Alto Uruguay fue un corredor de ingreso para diversas corrientes migratorias desde remotos tiempos prehistóricos. Parte de un complejo grupo cultural -probablemente de origen amazónico-, los guaraníes, ingresaron a la zona de Misiones hacia el año 1000. Portadores de formas organizativas, productivas y tecnológicas que los situaban en posición de poder y dominio cultural, los guaraníes desplazaron o aculturaron a otros grupos protoneolíticos de procedencia incierta que ocupaban la región anteriormente. Seminómades, los ava -como se denominaban a sí mismos- practicaban una agricultura itinerante y vivían en aldeas o tavá, que, intercomunicadas por caminos o tapé, formaban una amplísima red que materializaba relaciones llevadas por una lengua en común. El guaraní conocía y visualizaba con claridad su hábitat geográfico; su cosmovisión lo situaba en él, se sentía parte de su medio. Su propia lengua definía con toda lucidez, con nombres propios, ríos, arroyos, lagunas, cerros, montes, sitios significativos y de orden mitológico; sabía de la existencia y características del Imperio Inca, como también del océano Atlántico, pues había guaraníes desde la Laguna dos Patos, sobre el mar, hasta la precordillera boliviana. También el delta del Paraná estaba poblado y dominado por los guaraníes cuando llegaron los conquistadores. En 1604 se creó la Provincia Jesuítica del Paraguay, con capital en Asunción. En el siguiente siglo se trazó sobre el territorio una nueva red de caminos, uniendo las misiones jesuíticas. Teniendo en cuenta la comprensión y el respeto de los valores de la cultura guaraní, que garantizaron a los jesuitas su pacífica dominación, no es improbable que las nuevas rutas aprovecharan el conocimiento del territorio implícito en las antiguas sendas. Desde aquel entonces se hacía evidente la riqueza de esta tierra y el espíritu progresista derivado de la mezcla de culturas, haciendo fluir por aquellos caminos bienes y noticias, en ambos sentidos, por un siglo y medio. Abundancias propias, como la yerba o el tabaco, iban hacia la civilización, desde donde, a cambio, llegaban herramientas, vestidos y libros. También los frutos del próspero entendimiento entre guaraníes y jesuitas se sumaban al tráfico; en su momento, por ejemplo, en Yapeyú funcionaba la fábrica de instrumentos musicales más importante de Sudamérica, mientras la Provincia tenía su capital a cientos de kilómetros, en el Paraguay. En 1615, el padre jesuita Roque González de Santa Cruz fundó sobre el Paraná la reducción de Nuestra Señora de la Asunción de Itapúa, en la actual Posadas. En 1632, sobre el Uruguay, los jesuitas Manuel Bertot y Luis Enot fundaron el pueblo de Santo Tomé. En los años siguientes, entre Itapúa y Santo Tomé, se consolidó un camino que, apartándose apenas de una línea recta, persistiría con los años. Casi exactamente en la mitad de esta ruta se ubica la actual ciudad de Virasoro, cerca de donde los jesuitas tenían una capilla, la de Santa María, una de las tantas reducciones que jalonaban sus caminos, modulando con criterio medieval las jornadas de los peregrinos y la dominación del territorio. Luego de la expulsión de los jesuitas en 1767, toda la región fue quedando rápidamente en el abandono. Cuarenta y ocho años más tarde, en 1815, como resultado de las luchas entre el indio Andresito y los portugueses, el Marqués de Alegrete -Gobernador Capitán General de Río Grande do Sul- encomendó la destrucción de las misiones occidentales. Todo se destruyó, causando la despoblación de la zona, que por muchos años subsistiría. Trece años después, en 1828, el viajero francés Alcides D’Orbigny escribió: “Espesos bosques cubren el campo, los árboles invaden hasta las ruinas de las poblaciones; a veces, hasta unas plantas extranjeras quedan como único indicio del lugar que cada misión ocupara”. D’Orbigny realizó también un mapa indicando su recorrido, donde al norte de la capilla de Santa María, sin otra precisión, escribe la palabra Umbú, voz guaraní de Ombú. Si los guaraníes nombraban al lugar, es probable que éste integrara su red caminera, y acaso también lo consideraran, además de una sombra en el camino, un buen lugar para quedarse. No hace falta mucha imaginación para pensar que el genius loci de Virasoro -el espíritu del lugar- no existe desde entonces, sino desde siempre. Durante la primera mitad del siglo XIX, impedidos por Buenos Aires de navegar por el Paraná, para los paraguayos cruzar los grandes ríos por Itapúa y el “paso de San Borja” en Santo Tomé, tendía la ruta más favorable de contacto con el mar, es decir con la metrópoli. Este vital contacto mantuvo viva la huella jesuita pero, a la vez, amenazó las actividades productivas con permanentes saqueos. Como respuesta a esto, a partir de 1830, el gobernador Pedro Ferré estimuló el “avecinamiento” de la zona, pero en 1844 tropas brasileras del Ejército Imperial invadieron la región, causando perjuicios importantes a la propiedad privada. También durante los años 1849 y 1850, un ejército paraguayo asoló la región, apropiándose de todo el ganado y aún de familias enteras que fueron llevadas prisioneras. Es probable que el “Mariscalito” Francisco Solano López, que acompañaba a este ejército, pasara la noche en el paraje Vuelta del Ombú, establecimiento rural nacido no sabemos bien cuándo, en estos tiempos hostiles a la vera del Camino Real de los Yerbales. El casco de la estancia se instaló estratégicamente cerca de la ruta, en el estrecho cuello de un potrero natural, formado por arroyos. Hacia el suroeste del casco de la Vuelta del Ombú, el cercano Rincón de Santa María también se ofrecía al uso de la estancia. Hasta el advenimiento del alambrado, en 1885, eran muy estimados estos campos, cuyos obstáculos naturales permitían la formación de “rincones”, donde la hacienda quedaba como embolsada. La conjunción de estas características con la única ruta de la región permite suponer que el valor de este sitio, inscripto en su geografía, debe haber sido aprovechado desde mucho antes de 1847, de cuando data la primera referencia documental de la existencia del establecimiento. En 1841 la zona de Santo Tomé tenía, según un censo, 320 personas. Recién diez años más tarde, sobre la base de la Ley de Enfiteusis, se produciría el poblamiento definitivo de los campos. Por esa ley, el Gobierno Provincial, a cambio de un canon anual, cedía tierras a quienes pudieran poblarlo con ganado, y comenzó a aplicarse, con gran desorden e improvisación, a partir de 1853. En el año 1855 recorrió la región otro viajero y cronista francés llamado Martín de Moussy, quien escribió: “Los alrededores de Santo Tomé están sembrados de montes que amenizan la campaña. El suelo es de una extrema feracidad. Caminando directamente desde Santo Tomé hacia Itapúa y el Paraná, es decir rumbo al Norte, se atraviesan las antiguas estancias de San Estanislao, Casa Pava, Santa María y San Alonzo. Islas de naranjos y cruces señalan el lugar de las antiguas capillas, pero no hay ni un solo habitante. El país es realmente muy pintoresco. Son montañitas cubiertas de árboles, con valles muy verdes y algunos declives limpios; hay lagunitas y arroyuelos que van a reunirse al Aguapey, y este conjunto forma un paisaje delicioso…”. En 1859, bajo canon enfitéutico, se adjudicó la vasta extensión de campo denominada “Rincón de Santa María-Vuelta del Ombú” a Don Manuel María de Salas. Entonces tuvieron lugar nuevos ataques paraguayos, que asolaron por otros dos años la región. En 1860 se da un curioso episodio que hace referencia al lugar: un comerciante es intimado por una comisión de impuestos a trasladar al Hormiguero (Santo Tomé) su comercio de campaña instalado en Vuelta del Ombú. Es por esos años que la ciudad de Santo Tomé, extinta en 1815, comienza a reorganizarse institucionalmente. En 1863, el gobernador Manuel Ignacio Lagraña aprueba el reestablecimiento del desaparecido pueblo, pero ya unos meses antes el presidente de la República, General Bartolomé Mitre, había designado Receptor de Rentas al vecino Víctor Navajas, ciudadano uruguayo cuya extensa trayectoria está directamente ligada con el futuro surgimiento de la ciudad de Virasoro. En 1865 estalla la Guerra del Paraguay, única gran guerra del siglo XIX y una de las más sangrientas de todos los tiempos. La frontera con Paraguay no era entonces el Paraná, sino una línea imaginaria que pasaba unos treinta y cinco kilómetros al norte de Vuelta del Ombú, dejando fuera de nuestro país a toda la mitad norte de la actual provincia de Misiones, incluyendo Itapúa, hoy ciudad de Posadas. Aquel año los paraguayos acamparon en San Carlos. Violentos enfrentamientos sacudieron la región, defendida por el Coronel Simeón Paiba y un poco más de mil hombres. Desde Concordia, el 2 de julio, Mitre escribió: “Cómo esta división de Payba hace mucho tiempo que está sobre el enemigo día a día, observándolo y escopetándolo sin descanso, y no ha recibido todavía un medio”. A su vez, el Coronel Simeón Payba, informaba a Mitre cuál era el estado de situación de la región a fines del mismo año, encabezando su nota del siguiente modo: “El Jefe de la División Uruguay, campamento en marcha, Vuelta del Ombú, noviembre 25 de 1865." La creencia popular dice que por aquel entonces el señor Delfín de Souza Flores, de origen brasileño, poblador de la Vuelta del Ombú, tenía la misión de comprar mulas y armas para su país, y en ese orden de cosas se hallaba en posesión una gran cantidad de libras esterlinas. Antes de ser atrapado y muerto por los paraguayos escondió los fondos en algún lugar de la estancia, dando lugar a la leyenda del tesoro de Vuelta del Ombú. Cierto es que el episodio del fusilamiento de Delfín de Souza Flores por parte de fuerzas comandadas por el General Estigarribia, en 1865, tuvo por escenario esta estancia. Cierto es, también que para la región la guerra significó el fin de los saqueos y el principio de una nueva época. Víctor Navajas formó parte de la legión de los refundadores de Santo Tomé; era un vecino prominente, cuya prudente y efectiva actuación ayudó a asentar la vida de Santo Tomé por la senda del progreso y el bienestar general, ocupando repetidamente los cargos públicos más relevantes. En 1867 compró a su propietario legal, Don Manuel María de Salas, el “Título Enfitéutico de la estancia llamada Rincón de Santa María Vuelta del Ombú” y encargó al agrimensor Aurelio López de Bertodano la primera mensura de la propiedad. El plano de mensura que realizaron indica el recorrido del Camino Real de los Yerbales atravesando la propiedad, y a su vera señala, en el extremo sur, la capilla de Santa María; más al norte el potrero natural y, custodiándolo, una casa en el mismo lugar que hoy ocupa el casco de la estancia Vuelta del Ombú. Un nuevo plano, más riguroso, es realizado en 1883, en ocasión de la venta de la fracción llamada Rincón de Santa María, al señor Gabriel E. Ezquer. En 1870 fue creada la Municipalidad de Santo Tomé, cuya administración incluía los territorios de San Javier y Concepción de la Sierra, hoy en la provincia de Misiones. Sobre esta vasta región ejerció su acción Santo Tomé, cobrando impuestos, creando escuelas y dirigiéndolas, nombrando jueces y gobernando por medio de ellos. El año anterior, 5288 personas fueron censadas en el amplio departamento. En 1875, esta Municipalidad resolvió crear tres escuelas, dos en las lejanas San Javier y Concepción de la Sierra, y la tercera en Vuelta del Ombú. El vecindario de este lugar había arbitrado los medios para su funcionamiento, ofreciendo una humilde casa que le ahorraba a la Municipalidad los cinco pesos fuertes del alquiler. A pesar de la corta vida de la escuela, que fue clausurada poco después, éste es otro hecho significativo que da cuenta del espíritu de progreso que precedió y determinó, a la larga, el surgimiento de una ciudad en este sitio. Hacia 1880, además de las carretas del comercio, pasaban por la Vuelta del Ombú el correo Postal y la primera Mensajería entre Posadas y Santo Tomé, por medio de carruajes destinados a pasajeros y correspondencia. En 1888 se tramitó el juicio sucesorio de los bienes de quien en vida fuera Don Víctor Navajas, aunque recién en 1903 se realizó la mensura que repartía la estancia, en partes iguales, entre sus siete hijos. En dicho plano figuran señalados el casco de la estancia, una posta sobre el camino, y asentamientos poblacionales en La Criolla y Las Acacias. Concepción Fernandez dos Santos, mujer de Navajas, le dio a éste siete hijos: cuatro varones y tres mujeres. Victor, Arturo, Adolfo, Pablo, Natividad (luego de Aguerreberry), Salomé (luego de Martinez y de Sanz), Concepción (luego de Sánchez). Esta última fue quien dio origen, en 1911, a la Villa Vuelta del Ombú, tras la llegada del ferrocarril. Recién por el año 1908 comenzaron a llegar, por el viejo camino, los materiales para la construcción de la vía férrea por esta zona; interminables idas y venidas habían postergado su ejecución. Años antes, otra compañía había terraplenado kilómetros en un tendido distinto, antes de ir a la quiebra, dejando en el territorio una cicatriz aún hoy visible. La entidad del sitio y su ubicación -a mitad de camino entre Posadas y Santo Tomé- ha de haber hecho evidente la conveniencia de instalar una estación en el paraje Vuelta Ombú. En 1910, a 1042 kilómetros de la Estación de Retiro en Buenos Aires, se inauguró la estación. Un año más tarde, en tierras de Concepción Navajas de Sánchez, se fundó la Villa que, al igual que la estación de tren, la posta y la estancia, se llamó Vuelta del Ombú. Con fecha 5 de octubre de 1911 se firmó la resolución que culminó las tramitaciones incorporando la Villa “definitivamente al dominio público”. A diferencia de otros pueblos, que fueron fundados “desde afuera”, Vuelta del Ombú fue producto natural de las circunstancias. Por alguna razón los primitivos habitantes de esta tierra la llamaban con un nombre propio, Umbú. Está ubicada exactamente a mitad de camino entre los grandes ríos, andando por el paso que dejan los cursos fluviales secundarios de la región. Sobre la ruta, dos buenos potreros naturales le dieron al lugar atractivo especial para la ganadería, lo cual definió con exactitud la posición del casco de la estancia, que determinó la primera forma explícita de dominio del lugar. En reconocimiento a la entidad que el sitio fue tomando, el ferrocarril decidió instalar allí una estación de parada, cuya posición quedó definida con precisión por la subdivisión de la estancia original, justo entre dos fracciones. La socialización de la propiedad del suelo derivada de esta subdivisión se continuó gracias a la decidida visión de una de las herederas de la vieja estancia, que interpretó el potencial del lugar y lo aprovechó a partir de un espíritu cívico notable: Concepción Navajas de Sanchez conservó para sí la Manzana Nº 1, la actual Plaza Libertad, en donde se construiría una casa y viviría el resto de su vida. En el año 1913, una Ley autorizó al Poder Ejecutivo a crear pueblos en una serie de estaciones ferroviarias, entre las que se encontraba la de Vuelta del Ombú, y a cuyo efecto se podían expropiar 200 hectáreas en cada sitio. La Ley no se aplicó aquí porque, como bien expresan algunos de aquellos documentos, “el poblado se definió espontáneamente”.
La Villa Vuelta del Ombú Corría el año 1896. Por esa época -cumpliendo una misión oficial a Misiones- visita la zona el agrimensor Juan Queirel, correntino de nacimiento, quien nos ha dejado una colorida crónica de sus viajes con agudo sentido de buen observador. Refiriéndose a lo que él llama "el este correntino" y por supuesto a la zona del Departamento de Santo Tomé, manifestó lo siguiente: “...prospera la ganadería, la industria se desarrolla y un comercio activo tiene su asiento en los pueblos fluviales... En no lejano tiempo estarán unidos por ferrocarril entre sí y con Posadas”. Y agrega más adelante: “Ante ese espectáculo, el más pesimista vaticina espontáneamente un venturoso porvenir a aquella zona de mi querida provincia natal”. Es éste un relato verdaderamente premonitorio. El agrimensor Juan Queirel era un viejo conocedor de la zona, pues en el año 1882 había realizado la mensura del campo llamado “Del Ingenio” anteriormente, denunciado en compra por Don Norberto Salazar. Refiriéndose en su libro a las vastas propiedades de ese entonces decía: “Lástima que la propiedad de esos campos se halle repartida entre pocas personas, lo que es un gran inconveniente para la más rápida población”. Algunos años más tarde -en el período 1909-1913- gobierna la Provincia el Dr. Juan Ramón Vidal y lo acompaña como vicegobernador el Dr. José Rafael Gómez. Concomitante con el desarrollo de una clara política financiera, el Dr. Vidal pone en marcha el desarrollo de una política agraria iniciada durante su primer gobierno; en relación con este aspecto cabe señalar las importantes leyes dictadas durante esta administración, como lo fueron la Ley Nº 23 de Colonización dentro del territorio provincial, dictada el 13 de Septiembre de 1910, y la Ley Nº 80, Modificatoria de la Ley de Venta de Tierras Públicas. Ante el estímulo de la acción oficial se procedió a vender a colonos y agricultores tierras ubicadas en Campo del Riachuelo, Colonia Gobernador Pujol, Colonia Empedrado, Paraje Solicitado, Nueva Valencia, Concepción, San Luis, San Carlos y Colonia Garabí. Nuestra zona quedó fuera de la acción colonizadora oficial. Por ese año “del Centenario” el paraje “Vuelta del 0mbú” contaba con una Posta -de vieja data- frente a la estancia propiedad de Don Arturo Navajas, y su nombre procedía de la nominación toponímica de ese establecimiento de campo. La Posta constituía un estratégico punto de tránsito entre Santo Tomé y la Costa del Río Paraná, así como entre aquella población y las que surgían en el sur de la Provincia de Misiones. En ambos casos, servía al tráfico comercial con carretas y a los viajes de personas en rápidas galeras. La vasta campiña -dedicada casi exclusivamente a las explotaciones agrícolas y ganaderas- es atravesada por el riel del Ferro Carril Nord Este Argentino, que estableció una Estación, habilitada al servicio en el año 1910 y que recibió originariamente la denominación de “Vuelta 0mbú”. Por esa época -desordenadamente- se insinuaba un principio de agrupamiento poblacional no delineado. Pero si el año 1910 fue realmente importante para “Vuelta del Ombú”, no lo es menos el año 1911, ya que a mediados de su transcurso se llevó a cabo un hecho que debe ser un hito en la historia lugareña: las actuaciones de mensura y delineación de la “Villa Vuelta del Ombú”. Disipando temores como los manifestados por Juan Queirel, y aún contrariando criterios de la mentalidad de la época, Doña Concepción Navajas de Sánchez manifestó una audaz determinación que sería decisiva para el futuro de “Vuelta del Ombú”: lotear para poblar. Así, encomendó la labor de mensura y delineación de la naciente Villa al destacado agrimensor Don Francisco Fouilliand. El duplicado de las actuaciones correspondientes está registrado en el Expediente Nº 381, Letra "A", de la 0ficina de Tierras y Obras Públicas de la Provincia, y obra en el Archivo de la Dirección General de Catastro. El agrimensor procedió a la delineación de la Villa ubicándola en el ángulo Sudeste de la propiedad; el punto A donde se colocó el mojón sudoeste del terreno estaría en la esquina de la Plaza, en la intersección de las calles Avenida Lavalle y Mocito Acuña; enseguida se midieron 15 metros del ancho de las calles y se colocó el mojón sudoeste de la manzana Nº 1 que corresponde a la Plaza, dando cien metros de extensión a cada uno de sus costados y amojonando sus esquinas. Así se continuó con las manzanas 2, 3, 4, 5, 6 y 7 separadas por calles de 15 metros. La manzana 8 es irregular y su costado Este tiene coma frente la Ruta Nº 14. Esta hilera de manzanas de 1 a 8 tiene su costado Sud, dice el Agrimensor, “con frente al camino de acceso a la Estación Vuelta Ombú que la empresa del Ferro Carril Nord Este Argentino expropió con un ancho de veinticinco metros en la propiedad de Doña Salomé Navajas de Martínez”. Éste es el origen de la Avenida General Lavalle. Expresa el Acta de Mensura: "Se delinearon y amojonaron, con mojones numerados, en forma regular de cien metros en cada costado y separadas por calles de quince metros de ancho, las manzanas 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 25, 26, 27, 28, 29 y 30, cada una con una superficie de diez mil metros cuadrados. Las manzanas 9, 23 y 24 son irregulares. La superficie total de la Villa "Vuelta del 0mbú" alcanzaba 42 hectáreas, 29 áreas y una centiárea, y lindaba al Norte y al Oeste con propiedad de Doña Concepción Navajas de Sánchez; al Este con el Camino General de Santo Tomé a Posadas, hoy Ruta Nº 14, y al Sud con el camino de acceso desde dicho Camino General a la Estación Vuelta Ombú, hoy Avenida Lavalle. El Acta de Mensura y el plano de la delineación, firmados por Don Francisco Fouilliand, tienen fecha 20 de julio de 1911. Toda la tramitación culminó con la aprobación del Gobierno Provincial de la división en manzanas de la propiedad delineada. Y he aquí otra fecha importante, que señala la acción oficial sobre la decisión de Doña Concepción Navajas de Sánchez, que avala su determinación de poblar: la Resolución de fecha 5 de octubre de 1911, firmada par el Gobernador Dr. Juan Ramón Vidal y su Ministro Dr. Manuel Mora y Araujo, y que consideraba que “con la aprobación de dicha división quedarían incorporadas definitivamente al dominio público”. La Resolución -en su Artículo 10- expresa textualmente: “Apruébase la división de manzanas de una parte de su campo situado en el Departamento de Santo Tomé, que ha mandado practicar la Señora Concepción Navajas de Sánchez, para destinarlos a la venta, debiendo quedar separados una de otra por calles de quince metros de ancho". Para el caso bien vale la pena recordar algunas palabras del destacado historiador Hernán Gómez: “Pero una cosa es el poblado y otra el pueblo. El uno es un agrupamiento de vecinos, el otro vecindario con jerarquía; lo que vale es el pueblo, el vecindario que vive un existir colectivo, que traduce un orden de actividades colectivas”. A partir del 5 de Octubre de 1911, la Villa “Vuelta del Ombú” inicia su etapa de pueblo. Corría el año 1896. Por esa época -cumpliendo una misión oficial a Misiones- visita la zona el Agrimensor Juan Queirel, correntino de nacimiento, quien nos ha dejado una colorida crónica de sus viajes con agudo sentido de buen observador. Refiriéndose a lo que él llama "el este correntino" y por supuesto a la zona del Departamento de Santo Tomé, manifestó lo siguiente: “...prospera la ganadería, la industria se desarrolla y un comercio activo tiene su asiento en los pueblos fluviales... En no lejano tiempo estarán unidos por ferrocarril entre sí y con Posadas”. Y agrega más adelante: “Ante ese espectáculo, el más pesimista vaticina espontáneamente un venturoso porvenir a aquella zona de mi querida provincia natal”. Es éste un relato verdaderamente premonitorio. El Agrimensor Juan Queirel era un viejo conocedor de la zona, pues en el año 1882 había realizado la mensura del campo llamado “Del Ingenio” anteriormente, denunciado en compra por Don Norberto Salazar. Refiriéndose en su libro a las vastas propiedades de ese entonces, decía: “Lástima que la propiedad de esos campos se halle repartida entre pocas personas, lo que es un gran inconveniente para la más rápida población”. Algunos años más tarde -y en el período 1909-1913- gobierna la Provincia el Dr. Juan Ramón Vidal y lo acompaña como Vicegobernador el Dr. José Rafael Gómez. Concomitante con el desarrollo de una clara política financiera, el Dr. Vidal pone en marcha el desarrollo de una política agraria iniciada durante su primer gobierno; en relación con este aspecto cabe señalar las importantes leyes dictadas durante esta administración, como lo fueron la Ley Nº 23 de Colonización dentro del territorio provincial, dictada el 13 de Septiembre de 1910, y la Ley Nº 80, Modificatoria de la Ley de Venta de Tierras Públicas. Ante el estímulo de la acción oficial se procedió a vender a colonos y agricultores tierras ubicadas en Campo del Riachuelo, Colonia Gobernador Pujol, Colonia Empedrado, Paraje Solicitado, Nueva Valencia, Concepción, San Luis, San Carlos y Colonia Garabí. Nuestra zona quedó fuera de la acción colonizadora oficial. Por ese año “del Centenario” el paraje “Vuelta del 0mbú” contaba con una Posta -de vieja data- frente a la estancia propiedad de Don Arturo Navajas, y su nombre procedía de la nominación toponímica de ese establecimiento de campo. La Posta constituía un estratégico punto de tránsito entre Santo Tomé y la Costa del Río Paraná, así como entre aquella población y las que surgían en el sur de la Provincia de Misiones. En ambos casos, servía al tráfico comercial con carretas y a los viajes de personas en rápidas galeras. La vasta campiña -dedicada casi exclusivamente a las explotaciones agrícolas y ganaderas- es atravesada por el riel del Ferro Carril Nord Este Argentino, que estableció una Estación, habilitada al servicio en el año 1910 y que recibió originariamente la denominación de “Vuelta 0mbú”. or esa época -desordenadamente- se insinuaba un principio de agrupamiento poblacional no delineado. Pero 1910 fue realmente importante para “Vuelta del Ombú”, no lo es menos el año 1911, ya que a mediados de su transcurso se llevó a cabo un hecho que debe ser un hito en la historia lugareña: las actuaciones de mensura y delineación de la “Villa Vuelta del Ombú”. Disipando temores como los manifestados por Juan Queirel, y aún contrariando criterios de la mentalidad de la época, Doña Concepción Navajas de Sánchez manifestó una audaz determinación que sería decisiva para el futuro de “Vuelta del Ombú”: lotear para poblar. Así, encomendó la labor de mensura y delineación de la naciente Villa al destacado agrimensor Don Francisco Fouilliand. El duplicado de las actuaciones correspondientes está registrado en el Expediente Nº 381, Letra "A", de la 0ficina de Tierras y Obras Públicas de la Provincia, y obra en el Archivo de la Dirección General de Catastro. El agrimensor procedió a la delineación de la Villa ubicándola en el ángulo sudeste de la propiedad; el punto A donde se colocó el mojón sudoeste del terreno estaría en la esquina de la Plaza, en la intersección de Avenida Lavalle y Mocito Acuña; enseguida se midieron quince metros del ancho de las calles y se colocó el mojón sudoeste de la manzana Nº 1 que corresponde a la Plaza, dando cien metros de extensión a cada uno de sus costados y amojonando sus esquinas. Así se continuó con las manzanas 2, 3, 4, 5, 6 y 7, separadas por calles de quince metros. La manzana 8 es irregular y su costado este tiene coma frente la Ruta Nº 14. Esta hilera de manzanas de 1 a 8 tiene su costado sur, dice el Agrimensor, “con frente al camino de acceso a la Estación Vuelta Ombú que la empresa del Ferro Carril Nord Este Argentino expropió con un ancho de veinticinco metros en la propiedad de Doña Salomé Navajas de Martínez”. Éste es el origen de la Avenida General Lavalle. Expresa el Acta de Mensura: "Se delinearon y amojonaron, con mojones numerados, en forma regular de cien metros en cada costado y separadas por calles de quince metros de ancho, las manzanas 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 25, 26, 27, 28, 29 y 30, cada una con una superficie de diez mil metros cuadrados. Las manzanas 9, 23 y 24 son irregulares. La superficie total de la Villa "Vuelta del 0mbú" alcanzaba 42 hectáreas, 29 áreas y una centiárea, y lindaba al norte y al oeste con propiedad de Doña Concepción Navajas de Sánchez; al este con el Camino General de Santo Tomé a Posadas, hoy Ruta Nº 14, y al sur con el camino de acceso desde dicho Camino General a la Estación Vuelta Ombú, hoy Avenida Lavalle. El Acta de Mensura y el plano de la delineación, firmados por Don Francisco Fouilliand, tienen fecha 20 de julio de 1911. Toda la tramitación culminó con la aprobación del Gobierno Provincial de la división en manzanas de la propiedad delineada. Otro hito importante que señala la acción oficial sobre la decisión de Doña Concepción Navajas de Sánchez y avala su determinación de poblar es la Resolución de fecha 5 de octubre de 1911, firmada par el gobernador Dr. Juan Ramón Vidal y su ministro Dr. Manuel Mora y Araujo, y que consideraba que “con la aprobación de dicha división quedarían incorporadas definitivamente al dominio público”. La Resolución -en su Artículo 10- expresa textualmente: “Apruébase la división de manzanas de una parte de su campo situado en el Departamento de Santo Tomé, que ha mandado practicar la Señora Concepción Navajas de Sánchez, para destinarlos a la venta, debiendo quedar separados una de otra por calles de quince metros de ancho". Para el caso bien vale la pena recordar algunas palabras del destacado historiador Hernán Gómez: “Pero una cosa es el poblado y otra el pueblo. El uno es un agrupamiento de vecinos, el otro vecindario con jerarquía; lo que vale es el pueblo, el vecindario que vive un existir colectivo, que traduce un orden de actividades colectivas”. A partir del 5 de Octubre de 1911, la Villa “Vuelta del Ombú” inicia su etapa de pueblo.
Hacia la Organización del Municipio
Fuente: * Prof. Carlos H. Tones en "Del toponimo Umbú a Gobernador Virasoro" (1984) y en Estudio Diagnóstico Urbano Ambiental (Arq. Della Paollera).
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Resumen
1604 - Provincia Jesuítica del Paraguay.
1615 - Reducción de Nuestra Señora de la Asunción de Itapúa (actual Posadas).
1632 - Región Jesuítica de Santo Tomé – Pueblo.
1767 - Expulsión de los Jesuitas.
1815 - Destrucción de las Misiones Jesuíticas Occidentales por el Gobernador de Río Grande do Sul.
1844 - Invasión del Brasil.
1850 - Invasión del Paraguay.
1860 - Comerciante intimado a irse a Santo Tomé, por las tropas paraguayas.
1865 - Guerra del Paraguay.
1870 - Se crea la Municipalidad de Santo Tomé – con territorios en San Javier y Concepción de la Sierra (hoy Misiones).
1875 - Primera escuela alquilada por los vecinos del actual Virasoro.
1910 - Estación del Ferrocarril en Virasoro.
1911 - Primer Loteo Villa Vuelta del Ombú 05/10/1911.
1923 - Ley 422 – Creación de la Comisión de Fomento de Villa Vuelta del Ombú.
1926 - Imposición del actual nombre 23/09/1926.
1960 - Municipio de Segunda Categoría.
1988 - Municipio de Primera Categoría – Ley Nº 4253.
1997 - Aumento Jurisdicción Territorial – Ley Nº 5239.
2006 - Presentación Proyecto de Ley “Creación del Departamento de Gdor. Virasoro”.
Período |
Jefe Comunal |
Cargo |
En investigación | Sr. Leovegildo Gómez | En investigación |
1932 | Sr. Luciano Romero Corrales | En investigación |
1955 - 1958 | Sr. Andrés Pont Vergés | Comisionado |
1958 - 1960 | Sra. Clara Navajas | Comisionado |
1960 | Francisco De la Cruz | Comisionado |
1960 - 1962 | Sr. Moasir Silva | Pdte. Comisión de Fomento |
1963 - 1966 | Sr. Froilán Fernández | Delegado Municipal |
1966 - 1969 | Sr. Froilán Fernández | Delegado Municipal |
1969 - 1972 | Dr. Mario Bernabé Aquino | Intendente |
1972 | Sr. Pedro Surenciski | Intendente |
1973 - 1976 | Sr. Arturo Ricardo Navajas | Intendente |
1976 | Tte.Cnl. Sacco | Intendente |
1976 - 1982 | Tte.1ro.(RE) Héctor M. Torres Queirel | Intendente |
1982 - 1983 | Sr. Darío Samuel Cecco | Intendente |
1983 - 1985 | Sr. Dardo Federico Decoppet | Pdte. del Concejo Municipal |
1985 - 1987 | Sr. Adolfo Navajas Artaza | Pdte. del Concejo Municipal |
1987 - 1989 | Sr. Dardo Federico Decoppet | Pdte. del Concejo Municipal |
1989 | Prof. José Ángel Klein | Pdte. del Concejo Municipal |
1989 - 1991 | Sr. Marcos Arturo Silva | Intendente Municipal |
1991 - 1993 | Ing. Agr. Rodolfo A. Fernández | Intendente Municipal |
1993 - 1997 | Ing. Agr. Rodolfo A. Fernández | Intendente Municipal |
1997 - 2000 | Ing.Agr. Rodolfo A. Fernández | Intendente Municipal |
2000 - 2001 | Ing.Agr. Rodolfo A. Fernández | Comisionado Interventor |
2001 - 2005 | Dr. Ricardo Canoniero | Intendente Municipal |
2005 - 2009 | Ing. Rodolfo A. Fernández | Intendente Municipal |